miércoles, 8 de enero de 2014

Despierta...



















Cayeron, numeradas, cuatro gotas
aquél día,
casi llegando a mediados de Diciembre.
¿Cuál de ellas se incrustó en el pavimento?
¿Con cuál tu sol se alejó apagándote la voz?
Inmigraste a otra estación 
abstraído,
callado...
hibernando.
Qué lenta la espera.
Qué remota la paciencia.
¿Qué luz ves en ese letargo?
¿Qué retiene tu intención?
Despierta.
Dímelo.