martes, 31 de julio de 2012

Disculpa que ya no recuerde...

Disculpa que se me haya quedado postergado:

Tus brazos sujetando mi cintura;
la misma que nunca abarcaron.
 
Tus manos entrelazadas en mis ondas;
las mías orillando por tus costados.

Tus dedos peregrinando por mi piel;
la piel que jamás surcaron.

La cósmica vibración de mis labios
soñandose en el sismo de tus labios.

La lágrima deslizándose, seca y nocturna,
al haber pasado el día sin tenerme a tu lado.

Todas las cartas que no me escribiste
y que yo recibía... y leía a diario.

Todos esos momentos vivos;
exangües por no serte deseados.

Disculpa que ya no recuerde:

Todo eso que tú -nunca- hubieras recordado.

lunes, 30 de julio de 2012

Alma dormida...

Me tendí sobre la hierba entre los troncos
que hoja a hoja desnudaban su belleza.
Dejé el alma que soñase:
volvería a despertar en primavera.

Nuevamente nace el mundo, nuevamente
naces, alma (estabas muerta).
Yo no sé lo que ha pasado en este tiempo:
tú dormías, esperando ser eterna.

Y por mucho que te cante la alta música
de las nubes, y por mucho que te quieran
explicar las criaturas por qué evocan
aquel tiempo negro y frío, aunque pretendas

hacer tuya tanta vida derramada
(era vida, y tú dormías), ya no llegas
a alcanzar la plenitud de su alegría:
tú dormías cuando todo estaba en vela.

Tierra nuestra, vida nuestra, tiempo nuestro...
(Alma mía, ¡quién te dijo que durmieras!)


                                                                                      José Hierro.



viernes, 27 de julio de 2012

Por vuestra salud...



¿Habéis tenido una semana estresante?
¿Se resienten las cervicales?
¿El cuello le tenéis un tanto rígido y los ojos caídos...?

En un momento se rehabilitarán si hacéis la gimnasia adecuada...
La vista se aclarará,
el cuello se descongestionará
y la imaginación... galopará.


Normas para que el ejercicio sea eficaz:

- Espalda derecha.
- Giro de cabeza de 90º:
   centro - derecha - centro - izquierda - centro - derecha... 
- Rapidez... la que os permita vuestra atención.


Comencemos:
























¿A que el cuello ya no se os queja de anquilosamiento?

Repetid las veces que creáis necesarias.
Las contraindicaciones son mínimas o nulas.


Veréis que me preocupo por vuestra salud, ¿eh??




Hale, a disfrutar con los cinco sentidos... o más.



jueves, 26 de julio de 2012

Ya no...























Hoy ya no trepan tus pupilas,
claras,
con mis menos claras pupilas
hacia el mismo paraje del cielo.

Ya no sentimos lo mismo,
como algunas veces,
lo sentíamos,
en el preciso momento.

Ya no escribimos en el agua
como si fuera un cuaderno,
lo que sólo tú y yo leíamos
lo que tú y yo sólo sabemos.

Ni me encuentro ya desnuda
en la osamenta de mi verso
como cuando tu beso desnudo,
desnudaba mi beso.

No sé ya qué me duele más
ni qué me hiende más... ya:
el ya no sentirte cercano,
o el ya saberte olvidar.


miércoles, 18 de julio de 2012

Melancolía...

























Bañada en melancolía... rezuma la tarde.

Llora el cielo sombrío nublando el estanque,
adulando al silencio de los verdes árboles.
El bosque suspira tierra mojada y hambre
y en cumbres pequeñas... se acuna mi tarde.

Húmeda de lágrimas, hambrienta de mutaciones.
Pensándote, oyéndote, amándote, añorándote...
Oxigenándome de tu recuerdo: Soñándote,
... transcurro en la endeble comba del falto aire.

Me escondo tras la sencillez de la sombra
de una gota que ilumina los ramajes;
entre marañas de agua que almidonan
corrientes de linfa errantes y orbiculares.

Acomodo esta zozobra, en mí, traslúcida
que no tras el resguardo de cristales;
sí... en la cornisa de la cortina de agua
que pizca a pizca nombra tu nombre.

Ausencia... A mi costado le duele tu marcha.
Fuego. Brizna de paja oscura y seca.
Sedente para no rendirme sin tu roce.
Rociada en melancolía... respiro la tarde.


martes, 17 de julio de 2012

Vislumbre...

No es fácil llegar a saber en qué punto hay que abrir un agujero para provocar un flujo de energía y luz que nos atraviese. Aún es más difícil llegar a averiguar, tener la certera intuición de sobre qué objeto material o entre qué practicar ese agujero que operará el milagro que traiga aire nuevo y, en ocasiones, cambie nuestras vidas.

Para algunos consiste en encender la pantalla del ordenador, o en hacer un viaje inesperado, o, como aquel anacoreta que salía en una película, tirar botellas con mensajes por el wáter de tu propia casa, o besar en el lugar y momento exactos.



Agustín Fernández Mayo.


lunes, 16 de julio de 2012

Perfíla-me...


Perfíla, sin anverso ni reverso, 
la cruz de mi reflexivo e inconexo me
en lo realizable de tu vespertino te.
 
 Extrae el agua del vacío de mi vacío
antes que en gotas la nada me agote
trenzando ecos con insonoras voces.

sábado, 14 de julio de 2012

Tristeza...?

"Dudo en llamar con el nombre bello y serio de tristeza, a este sentimiento desconocido cuya dulzura y cuyo dolor me tienen obsesionada. Es un sentimiento tan completo y egoísta que me llega a dar verguenza, mientras que la tristeza me ha parecido siempre honrosa. Conocía el arrepentimiento, el fastidio y hasta el remordimiento. La tristeza, no. Ahora siento algo que me envuelve, como una seda enervante y dulce, y que me separa de los demás.
Aquel verano yo tenía diecisiete años y era feliz del todo. "



Del libro:
Buenos días, tristeza.
Francoise Sagan.



Aquel verano, en el que descubrí éste libro, también yo tenía 17 años, quizá por eso me impresionó y aún le recuerde casi hoja a hoja.
Sé que le leí en dos mañanas en un rincón, bajo una sombrilla, de una preciosa playa del Sur.
Estaba con la regla y mi abuela no me dejaba pisar el agua; claro, yo... en cuanto se descuidaba, hacía una escapadita y, con un poco de miedo, que se me olvidaba que le tenía... me mojaba hasta las rodillas o un poco más...
(No me volví loca, como decían... o lo estoy y no me doy por enterada)


Feliz fin de semana.

 

viernes, 13 de julio de 2012

Extravagancia...

 
        Mujer:
        Infinitivo de la 2ª conjugación
        de un verbo irregular,
        sin participio e intransitivo.
        Singular, femenino.
        Con complemento directo,
        aún sin ser transitivo.
        Reflexivo, en muchas ocasiones.

        Me conjugo y me declaro MUJER,
        hasta en la extravagancia...
        Calzada y descalza.

                      Objeciones: Sin admisión.

                                     (Encontré los zapatos...  //guiño)


miércoles, 11 de julio de 2012

No sé si llueve o lloro...

"Yo recibí noticias de las mujeres de Tegucigalpa. Habían decidido no acostarse más con sus hombres. No querían parirle esclavos a los españoles. Aquella noche era la luna llena, noche de concebir. Lo sentí en el ardor de mi vientre, en la suavidad de mi piel, en el deseo profundo de Yarince. Regresó de la caza con una iguana grande, color de hojas secas. El fuego estaba encendido y la cueva iluminada de rojos resplandores. Se acercó y después de comer acarició el costado de mi cadera. vi sus ojos encendidos en los que se reflejaban las llamas de la hoguera. Quité su mano de mi costado y me resbalé más lejos, hacia el fondo de la cueva. Yarince vino hacia mí creyendo que se trataba de un juego para excitar más su deseo. Me besó sabiendo como sus besos eran pulque jugoso en mis labios: me emborrachaban. Lo besé. En mi surgían imágenes: agua de los estanques, tiernas escenas, sueños de más de una noche, un niño guerrero, rebelde, inclaudicable, que nos prolongara, que se pareciera a los dos, que fuera un injerto de los dos, cargando las mas dulces miradas de ambos. Me aparte de que sus labios me vencieran.
Dije: No, Yarince, no.
Y luego dije no de nuevo y dije lo de las mujeres de Tegucigalpa, de mi tribu: no queríamos hijos para las encomiendas, hijos para las construcciones, para los barcos, hijos para morir despedazados por los perros si eran valientes y guerreros.
Me miró con ojos enloquecidos. Retrocedió. Me miró y fue saliendo de la cueva, mirándome cual si hubiera visto una aparición terrible. Luego la ramas de la hoguera, muriéndose encendidas.
Más tarde escuché los aullidos de lobo de mi hombre. Y más tarde aún, regresó arañado de espinas. Esa noche lloramos abrazados, conteniendo el deseo de nuestros cuerpos, envueltos en un pesado rebozo de tristeza. Nos negamos la vida, la prolongación, la germinación de las semillas. Cómo me duele la tierra de las raíces sólo de recordarlo!

No sé si llueve o lloro? "


"La mujer habitada"
Gioconda Belli.




martes, 10 de julio de 2012

Tú que lo sabes...


Tú que sabes cuando da comienzo mi noche
y en que esquina el viento me aína.
Cuando, escatimando, se me cae el aire
y cuando a mis ojos no les anida el día...
 
Tú que lo sabes... destíñeme en tonos blancos
éste color niebla de mi cuerpo nublado.
Anégame de las nieves de tu boca
y cálame en mis desparramadas sombras.
 
Úrdeme en las eclosiones de tus dedos;
truécame en estameña, tú que lo sabes,
entre las hebras de sueños invocados
tanto sean durmientes como desvelados.
 
Dibújame, tú que lo sabes, luna llena
en tu atezado pecho, en la planicie de tu espalda.
Sujétame, llévame y tenme contigo
desde las alboradas hasta las alboradas. 





domingo, 8 de julio de 2012

Persistir...

"Es curioso porque en la infancia crees que puedes ser cualquier cosa que quieras, ir a donde te venga en gana. No hay límites. Esperas lo inesperado, crees en la magia. Luego te haces mayor y la inocencia se hace añicos. Las realidades de la vida se interponen en tu camino y caes en la cuenta de que no puedes ser todo lo que querías ser, que quizá tengas que conformarte con un poquito menos. ¿Por qué dejamos de creer en nosotros mismos? ¿Por qué permitimos que los hechos y las cifras acaben gobernando nuestra vida en lugar de los sueños?

Pero ahora mi mente ha vuelto a cambiar. No hay nada imposible.
Siempre lo he tenido a mi alcance. El problema es que no estiraba bastante el brazo, eso es todo".



Fragmento de:
"Donde termina el Arco Iris".
Cecelia Ahern.


viernes, 6 de julio de 2012

El Futuro...




Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.








Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.


Julio Cortázar.



jueves, 5 de julio de 2012

Volverá...

... y volverá la primavera
cuando los grises tonos en las chimeneas
dejen de brotar,
cuando ya no vivas abrazada
a su recuerdo
y cuando las lágrimas de nostalgia
te dejen de rodar...

Cuando la primavera seas tú...
ella llegará.

Volverá la noche pagana
con amaneceres venturosos
y las ganas de no decir:
¡Jamás!

miércoles, 4 de julio de 2012

Noche pagana...


Llegará tarde. Se le va agotando el tiempo.
Se mira, deprisa, y se da los últimos retoques ante el espejo.
 
Eyeliner verde mar en los párpados. Un brillo natural, parecido al tisú, en los labios. En la frente un bindi... pequeño e irisado.
El antifaz, exigido, en la mano.
 
Ya casi ha llegado y aún lleva la cara al descubierto, intentando cerciorarse que su trasnochado amante ha llegado.
 
Piensa, ilusionada: En esta velada medio herética danzaré en las hojas de su tronco, en la cornea de su aforismo, en lo perpetuo de sus latidos...
 
 
Pasan las horas acompañada del hueco de su ausencia...
¿Para qué corrió tanto?
 
Seguirá como llegó... sola.
La piel se le volverá cristal, allá, donde el sol se esconde, en el jardín al que nadie llega, en los conjurados frunces de la noche.
 
En su desengaño... desabrazará la distancia y en su no saber qué decir el silbido del silencio le arrebatará letras, sinónimos envueltos en antónimos, ilusiones y... todas las palabras.
En un abracadabra el inminente adiós se las ase amotinadas y en semejante apresamiento serán enterradas en el cementerio de los charcos no nadados y de los besos no besados.
 
Buscando un haz de luz entre los reflejos perdidos va regresando.
Las pinturas de su rostro se borraron, pálidas, cuando lo  impronunciado se propagó en un suspiro, silencioso, ahogándolo su garganta.
Porque hay palabras, sentimientos y emociones que no se llegan ni escribir ni a pronunciar, ya que ni las leerán, ni escucharán.
 
Y en el camino de vuelta irá pensando que en su huída perdió los zapatos, pero que no los buscarán... que no tiene ni carroza ni calabaza, sólo sus pies descalzos para regresar y que el amor no es ni sencillo, ni humano... y que para muchos es algo relegado.
 
Sigue el cielo oscurecido. Vuelve a sus dominios de donde no debió marchar... Aún tiene horas para dormir y lo hace con prisa para olvidar.
A ésa noche pagana ya no regresará jamás.
¡Jamás!
 
En los hilos de su cielo se quedará como antaño: hechizada, sola, rendida y colgada... de una estrella o de cualquier astro, pero no de un mortal, ni de un inmortal  simulado.


domingo, 1 de julio de 2012

Con C de Cariño...




Cómo lo habrás disfrutado!

Cuatro históricos goles.

Campeones de Europa!


Campeón, tú, de mi corazón.

Ánimo...




Maneras de estar sediento...

"Por aquellos tiempos yo solía recibir proposiciones indecentes y bailaba descalza entre los dos altavoces de mi equipo de sonido, en una atalaya improvisada. El mundo rodaba encima de nuestras cabezas de forma criminal, pero nos empeñábamos en morder sólo el lado bueno de la sandía. El rojo, siempre el rojo. En eso llegaste tú, ya te digo. Yo guardé mis armas de fuego y te llevé al mar. Tú te dejaste hacer, porque en el fondo lo hacías todo. Me encrucijabas. Tu improvisación en mi vida fue como algo cuidadosamente escrito desde los tiempos del látigo y la ruina, como la sorpresa que uno espera y teje, y teje, y traga. Y llega. De todos modos sabes que ésta no es mi historia, sino la tuya. Yo sólo presté la piel y otras cosas más importantes.

Te llevé al mar; pero antes estuvimos horas detenidos, como si estuviéramos solos, con esa forma de estar de los hermanos, de los espejos enfrentados, haciendo de los minutos una partida ganada, mirándonos de vez en cuando, tocándonos casi siempre, convirtiéndolo todo en sexo: la clavícula mojada, el bandoneón de la canción número quince, las gafas, los cojines del sofá, las baldosas calientes del suelo del tercer piso, letras de Neruda, los anillos de nuestros dedos, la criptografía de nuestros cuerpos.


Orgasmos, al fin y al cabo, que nos dieron un poco de vida, aunque nos supieran a muerte (por eso quizá lloré, no te asustes: también sé llorar de placer). Estuvimos horas detenidos, electrocutados, siendo sólo lo que éramos. Ni más ni menos de lo que éramos. Haciéndonos caso.

Luego te llevé al mar."


                                                                                                                                   Del libro:
"Cuatro veces fuego"
Lara Moreno.