miércoles, 31 de agosto de 2011

Pesadilla...


Todo lo engulle la lejanía.
 
Escarbo en la tierra un instante sin germinar;
brotan apagones,
cables enredados fuera de sus arterias.
Inviernos en blanco,
agua ahogada,
esquejes sin florecer.
 
El sueño que me araña
es tan alegórico
que se ve ahorcado
en las ramas del árbol
donde crece la pesadilla.
 
 Los brazos son garras,
 los labios... buitres,
las manos... alimañas.
 
Todo lo engulle la lejanía.
 
 Escapé del castillo...
no era de arena.
 
No hay en el camino
ni luciérnagas ni estrellas.
 
Mis alas de frágil cristal
se han convertido en escarcha.
Pesan.
 
Me enredan matorrales y zarzas...
El alba es un tunel en llamas,
la luna una mueca rota
envuelta en pena negra.
 
Todo lo engulle la lejanía.
 
Te busco en mi sueño.
Te llamo:
Ven. Acércte a mí.
No te vayas.
 
Redímeme.
 
Aniquila el espacio,
drestruye la distancia. 
Llévame a tu mundo
y quiéreme en él.
 
¡Despiértame!
 
 


Os he asustado...?
Pues poneros gafas de colores o de tres dimensiones que os acerca a lo irreal de lo real, pero... no se puede tocar.
 
Feliz día.
Muás.
 
 
 
 

martes, 30 de agosto de 2011

A ti...


A ti...                     
que interrumpes mis silencios
y tiras de su cuerda
para soltarlos.

A ti...
que transformas
mis lágrimas en sonrisas,
mis sonrisas en risas
y las risas en canto.

A ti...
que haces pactos con el sueño
para ofrecerme
tus horas de descanso.




A ti...
que cada signo que resto
lo rescatas
para multiplicarlo.

A ti..
que me acompañas
tanto en los dulces momentos
como en los amargos.

A ti...
que más que amigo
o amiga... eres
bálsamo.



     
     
         A ti...
         que cambiaste
         tu lluvia
         o tu mar,
         en muchos momentos,
         por mi música
         o mi llanto...


A ti...
que te gusta la lluvia
y pones nombre
a cada gota,
extrañando su ausencia
cuando se vuelven
de... secano.


          A ti...
         que transformas
         mi desvalida fragilidad
         con un tierno abrazo.







A ti... -amigo del alma- que acudes a mi encuentro, sin llamarte, cuando sabes que te necesito...
                                                                                          (un acústico, dindoneante y sonado)






       





Es, Este, Posible, Nos...
o cualquiera de los mil nick con los que te me presentas:
No me des las gracias...

Únicamente....... ¡Sé feliz!

lunes, 29 de agosto de 2011

Desde mi cielo a tu ventana...








"Apareciste calladita -muy, muy callada- y poco a poco fuíste ilumando con tus letras lo largo y ancho de nuestra estancia."

Hace años que comenzaste a asomarte desde tu ventana a las mías cada día.
Si no me encuentras en una, vas -con los nudillos de tus manos- tocando en los cristales de todas mis moradas hasta localizarme; por el simple hecho de saber cómo me encuentro y darme calor si a mis letras las sientes gélidas y ateridas.

Recuerdo el día que te presentaste en mi camino... Te divisé tan grande que más que una ventana parecía que era un balcón por donde te asomabas.
"Grande" por lo que desprendías: por la luz que dabas y la calidez que ofrecías.

A raíz de una canción fuímos descubriendo más afinidades y sin percatarnos fue naciendo una amistad profunda, sana, sincera e incondicional.`
                                                                                         

"En un mundo distante, más distante que la propia luna, la música es capaz de penetrar y hacer milagros."    (Paulo Coelho)




¿Recuerdas que desde aquel día comenzamos a coincidir en los sitios más inverosímiles y sin una lógica demostrada nos reconocíamos con las primeras líneas?

Puede ser que todo tiene un porqué (salvo excepciones, claro) y el nuestro era uno de los ineludibles. ¿No crees?







Espero que continúes, desde tu ventana, volando con tus alas de papel o de mariposas para dejar caer esas lluvias de versos y sonrisas; con las escapadas que ya forman parte de ti, con tus inquietudes que arropan a las mías y... que sigas disculpándome por "ensimismarme" más de lo que es razonable.




Gracias por seguir, ahora que soy para ti un libro casi abierto, dándome cariño.




Un gran abrazo... desde mi cielo hasta tu ventana, amiga.

domingo, 28 de agosto de 2011

Para mág...

Una vez me dedicaste unas palabras en tu blog que, además de sorprenderme, me emocionaron.
Hoy... en lugar de responderte en un sitio u otro, como lo solemos hacer, te dedico el post aludiendo a tu último comentario.






La nostalgia son momentos, de diferentes longitudes, que tenemos a lo largo de nuestra historia.

Unas veces te asalta traicioneramente; otras son los recuerdos quienes la buscan.

A veces te sientes morir con ella y esperas, desconsoladamente, que alguien te saque de allí de alguna forma o manera.

Otras entras en un letargo de mimosidad en el que te recreas e incluso quisieras que fuera de "dos", no sólo tuyo.

Unas veces parece un sueño que añoras y quieres quedarte a nadar en él, como una fantasía.
Otras, es una pesadilla de la que quieres que te despierten rápido.

Así, y mucho más, es la nostalgia...

Variable, inquieta, definida e indefinida. 









Yo que sé de tus malos momento te agradezco que compartas conmigo, también, los buenos.
Disfruto viéndote feliz.

Gracias por seguir siendo mi amiga.

Un beso.


sábado, 27 de agosto de 2011

Nostalgia...


Volvió a partir el barco,
sin aviso, sin rumbo
y, aparentemente,
sin causa.

Estamos a 26 de Agosto.

Se ha recostado la tarde.
-Tengo frío de invierno.-

Me preparé un té,
lo acompañé con un par de pastas,
pequeñas,
y unas hojas de menta;
a mí... con su ausencia.

Sabe amargo.

Me fijo en el reflejo del líquido
y tras la calma de la opacidad
de los vidrios de mis pupilas
gotea niebla
gotena noche,
gotea tristeza.

El suspiro de mi boca
está cosido a su boca
con el áspero cordel
del silencio.

Imaginando su posible retorno
-o no-
me voy deshaciendo
en hora amarga, en acre espera
y en... nostalgia.

jueves, 25 de agosto de 2011

El móvil de Hansel y Gretel...

Ayer, al leer un post de una querida amiga en el Face, que decía más o menos así:
"Ya se podían llevar un móvil nuestros seres queridos cuando se marchan al cielo y llamarnos de vez en cuando".
Pues recordé... aparte de a mis seres queridos que se me marcharon allí, algo que leí hace tiempo.
Lo he buscado y lo he encontrado.
Los que ya lo hayáis leído, seguro que os gustará recordarlo. Los que no, os dará que pensar.
(Es largo pero merece la pena).
 

El móvil de Hansel y Gretel.


Anoche le contaba a la Nina un cuento infantil muy famoso, el Hansel y Gretel de los hermanos Grimm. En el momento más tenebroso de la aventura los niños descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer. Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: “No importa. Que lo llamen al papá por el móvil”.

Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa resultaría la literatura —toda ella, en general— si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años. Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de ficción.
Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la geografía.
Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace.
¿Ya está.
Muy bien. Ahora ponga un teléfono móvil en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que existen hoy: con cobertura, con conexión a correo electrónico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas internacionales cuatribanda.
¿Qué pasa con la historia elegida? ¿Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? ¿Verdad que no funciona un carajo.
La Nina, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las nuevas historias que narremos, las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad menor.
Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate.
Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leñador no es necesaria.
Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque fuese spam.
Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localización de personas de Telefónica.
Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está yendo para allí.
Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó por la mañana.
Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil.
Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa. La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler.)
Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis:

M HGO LA MUERTA,
                            PERO NO STOY MUERTA.
                                   NO T PRCUPES NI
                                HGAS IDIOTCES.
                                                      BSO.




Y todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se habría evaporado. Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promoción “Banda ancha móvil” de Movistar.

Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados. La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo la soledad en Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría ’Cien años sin conexión’: narraría las aventuras de una familia en donde todos tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmornig) pero a nadie le funciona el messenger.

La famosa novela de James M. Cain —’El cartero llama dos veces’— escrita en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría ’El gmail me duplica los correos entrantes’ y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un forastero de malvivir.
Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos. Por ejemplo, ’Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de cobertura’, la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada de un tercero que no aparece nunca o que se quedó sin saldo.

En la obra ’El jotapegé de Dorian Grey’, Oscar Wilde contaría la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definición.

La bruja del clásico ’Blancanieves’ no consultaría todas las noches al espejo sobre “quién es la mujer más bella del mundo”, porque el coste por llamada del oráculo sería de 1,90€ la conexión y 0,60€ el minuto; se contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.

También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de solución automática. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi.

Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de tomar un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.
Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa.
La telefonía inalámbrica —vino a decirme anoche la Nina, sin querer— nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las hará más tristes, menos sosegadas, mucho más predecibles.

Y me pregunto, ¿no estará acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no estaremos privándonos de aventuras novelescas por culpa de la conexión permanente? ¿Alguno de nosotros, alguna vez, correrá desesperado al aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avión, que la vida es aquí y ahora.
No. Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el sofá. Cuatro líneas con mayúsculas. Quizá le haremos una llamada perdida, y cruzaremos los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito en modo vibrador. ¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma.

Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido las migas de pan.

Nuestras tramas están perdiendo el brillo —las escritas, las vividas, incluso las imaginadas— porque nos hemos convertido en héroes perezosos.

                                                                                                              Hernán Casciari




Esto, también, me lleva a imaginar a las personas dentro de unos años.
Imaginarlo, porque no lo veré. Al no ser que haya algún agujerito desde el cielo o desde debajo tierra o que la reencarnación se apodere de mí...
Llegará un momento en que todas las mujeres parecerán muñecas preformadas. Bueno, mujeres y hombres, porque ellos también están entrando en la dinámica del transformen. Tanta operación, tanto estiramiento y tanto "plástico" dentro de las pieles hará que parezcan muñecos y el que no se meta en quirófano para esos menesteres parecerá de otro planeta... ¿o no???

martes, 23 de agosto de 2011

Vulnerabilidad...


Cae la luna
en un lago anochecido
y mi huída es invadida
por un silencio acerbo y frío.
 
Encrucijandos peldaños
me alejan del viento.
Tenebroso es el zumbido
de su lamento.
No le quiero oír ni escuchar;
no permitiré que altere
las manecillas de mi sentido
ni los pliegues del vestido
de mi transitoriedad.
 
Los grillos dan las campanadas
de un acerado despertar;
Me troquelan en cenicienta
con puntos suspensivos
y sin zapatos de cristal.
 
Huyo, sí...
para volverme a reencontrar;
quiero salir de estas paredes
hirvientes como la cal,
grises como el metal
y... masticar éter insólito
inmancillado...
de blanca tonalidad,
inexpurgado, sin viciar.
 
Viento si vienes tras de mí,
si no me dejas escapar...
si me das alcance
si me llegas a apresar...
 
sacrifica
la sal de mi vulnerabilidad
y ponme los rasos grilletes de
... libertad.
 


lunes, 22 de agosto de 2011

Amén...



 Querida esposa:
 
Te escribo esta carta para decirte que he decidido dejarte, por el bien de los dos.

 
He sido un buen marido para ti estos siete años, y sin embargo no puedo decir nada bueno que me haya tocado a mi.
Estas dos últimas semanas han sido un infierno:

Hoy, tu jefe me llamó para decirme que habías renunciado al trabajo y eso fue lo último que pude soportar.
La semana pasada, viniste a casa y no mencionaste nada acerca de mi corte de pelo,  cociné tu comida favorita y hasta estrené un nuevo slip, pero tu, llegaste a casa, comiste en dos minutos y te fuiste directa a la cama después de ver tu programa favorito.
Ya nunca me dices que me amas y ni tan siquiera me acaricias.

O me estás engañando con otro o ya no me quieres.
De cualquier manera, me quiero ir y te abandono.

 
P.D. No trates de buscarme. Tu hermana y yo nos mudamos a Baracaldo juntos.
Que te vaya bien

 
Tu Ex-esposo.
 
 


 
Querido Ex-esposo:

 
No sabes que alegría me ha causado recibir tu carta.
Es verdad que tú y yo hemos estado casados 7 años, aunque eso no significa que hayas sido un buen marido. Todo lo contrario.

 

Verás... Yo veo tantos progamas de tv, para tratar de ahogar el aburrimiento que me causan tus constantes quejas y malas actitudes. Que pena que no funcionó nuestro matrimonio, porque yo te amaba.
Claro que noté que te habías cortado el pelo y la primera cosa que me vino a la cabeza fue:

'¡¡¡Joder, si parece calvo !!!'...pero mi madre me enseñó que si no puedo decir algo bueno de alguien, es mejor no decir nada.
Cuando cocinaste mi plato favorito, debes haberme confundido con mi hermana, porque yo dejé de comer cerdo hace casi 7 años.

Me fui a dormir cuando te pusiste ese slip, porque la etiqueta con el precio todavía estaba pegada a la prenda y recé pidiendo que fuera coincidencia que mi hermana me pidiese prestados 30 euros esa misma mañana cuando la etiqueta marcaba 29,99.
No obstante y como todavía te amaba, pensé que todavía podíamos resolver lo nuestro así, que cuando descubrí que había sido la única acertante de la loto de diez millones, renuncié a mi trabajo para tener todo el tiempo para ti y, además compré dos boletos para Jamaica. Pero cuando llegué a casa, tú ya te habías marchado.
Todo ocurre por una buena razón, eso creo.

Espero que tengas la vida que siempre deseaste.

 
Mi abogado dice que gracias a la carta que me dejaste, no recibirás ni un céntimo, así que cuídate mucho.

 
P.D . Ah, no se si alguna vez te comenté esto antes, pero mi hermana,Carla, cuando nació, se llamaba Carlos.

 
Confío en que esto no te será un problema.
Firmado,

 
Rica y Libre!!!


Amén!

Monólogo de pareja

Como dices que en pareja
lo mejor es hablar,
cuando se tiene problemas.
Pues quiero contigo charla
y así exponernos las quejas,
que cada uno tenemos
porque ya no puedo mas.
Cariño que te parece si ahora
nos tomamos un cerveza
y me cuenta que te pasa
por esa dichosa cabeza
Te veo un poco irritado
distraído y cabizbajo
¿Es que no me quieres ya?
¿Por qué estás siempre sofocado?
Siempre dice que las cosas
hablando se pueden arreglar.
Yo te expongo mis razones
y tú expones las tuyas.
Si algo de mi no te gusta
dímelo y cambiaré
A mi no me duele en prenda
cambiar por nuestro bien.
Yo te pido que te implique
en las cosas de hogar,
que salgamos de paseo,
que valores mis actitudes,
y mi forma de pensar.
Que si estoy cansada,
te pongas tú la mesa
que pongas bien las toallas,
y cuelgues los pantalones.
Que el royo de papel higiénico
no nace en la dichosa pared
y la tapa del Walter déjala caer
ya te he dicho mil veces
que la escoba, no tiene instrucciones.
Que el coche no tiene sexo
y yo... lo puedo coger.
La cesta de la ropa sucia, no es el suelo.
La lavadora no pica
la lista de la compra la aprendas hacer
que si pongo jabón y bayetas
no son bombones y galletas
si te enfadas con los hijos
no digas …! tus hijos¡
y cuando traen buenas notas
o dormidos están ... diga ¡mis hijos¡
porque me sabe fatal
En fin cariño, ahora que ya te he dicho,
lo que yo tenía que hablar,
Dime tú ahora lo que me debas decir,
que yo te quiero escuchar
No muevas la cabeza
ni tu voz, sea gutural
pues si sigues así
nada se puede arreglar.
 
¿Mamá estás hablando sola?
¡No estoy hablando con papá!
(De la red)
Una Palabra... por ti.
Muá

viernes, 19 de agosto de 2011

Bailé...

Quería alejarme de no sé el qué...
(quizá de mí)

Vacié mis arcas,
mis rincones.
Hice un atillo con olvidos
y canciones. 
Y me marché... 
¡Bailando!

Y caminé por senderos nuevos...
sola.
Y me cubrí de heridas...
y las cicatricé... sola.

Y he bailado, sola, con la lluvia.
Mi lágrima con sus gotas,
mis pies con los charcos
y mis brazos con los colores
del Iris al tocar su Arco.


He bailado, sola, con el aire.
Mis silencios con el trueno,
mi pensamiento con el viento
y mis miedos con el rayo.


Bailé con la noche, sola.
Con los duendes,
con las sombras.
Con los atardeceres,
con los suspiros,
con las rosas.

He bailado con la lluvia, sí
y cada gota me decía
que era una parte de ti.


Y vuelvo...
He vuelto
agotada, con frío y exahusta.
Mi alma ha buscado
la calidez de tus manos.
Rendida, con su frágilidad al vuelo,
en ellas quiere dormir
para sentir en sueños lo que, 
despierta,
no puede vivir.
No la dejes caer...

miércoles, 17 de agosto de 2011

Recuerdos en desorden...





Recuerdo cuando era chiquitaja (más chiquitaja que ahora, digo) que a muy pocos metros de una de mis
casas (digo "una" porque en aquel entonces pasaba temporadas con mis abuelos en otro barrio y también era mi casa) había una era (imagino que la llamarían así porque en algún momento habría sido terreno de labranza, no sé... es algo que nunca he llegado a preguntar -qué cosa que ahora quiera saberlo-), pues en esa era crecían amapolas, margaritas, juncos, espigas y demás plantas silvestres y cesped, mucho cesped...era un verdadero parque de juegos (no como los de ahora).




Y había perros callejeros (no se decía abandonados) y no llevábamos collar antiparásitos (ni ellos, ni nosotros) y comían las sobras y estaban sanos (ellos, no nosotros... a lo de las sobras de comida me refiero. Lo de sanos, también, ellos y nosotros.)
Y había trabajo para todos.
Y se marchaba de vacaciones el que tenía pueblo; el que no lo tenía se quedaba esperando a que regresaran los que se habían ido.

Y recuerdo que las mariposas y mariquitas siempre me llamaron la atención. Era (del verbo ser) algo muy común verlas por aquella era. No las tenía que buscar, ellas venían a mi encuentro; no había día que no me llevara alguna para casa.

Las mariposas tenían un colorido muy diferentes unas de otras: vivo, impresionante, magnífico. Todas, todas me gustaban. Me parecían tan presumidas (bueno, ese adjetivo se lo di después... entoces era el de bonitas).
Ahora, ni buscándolas encuentro ninguna.

Mariquitas, nada de nada.

Mariposas: sólo polillas. De esas que dicen que si revolotea alguna a tu alrededor es porque vas a tener carta. Con tonos apagados, oscuros y rancios.

Así que si las quiero ver, las mariquitas me las pongo como pendientes y otra me la cuelgo en el "escote", ya que me las regalaron "disecadas" en oro y con sus mismos colores. No hay otra manera de acercarme a ellas.

De mariposas también tengo algo similar, además de poderlas contemplar mirando las cortinas ya que allí tengo algunas prendidas en diferentes tamaños y colores. Pero... claro, no es lo mismo.

Deberían haber sido especies protegidas y que no se extinguieran, ¿verdad?... O ¿las hay por algún lugar?

Cuando no ves algo que buscas con afán se piensa que está erradicado, eliminado, exterminado y a veces, muchas veces (siempre)... sientes desazón.

Cuando las pinto mis pinceles crean luces de niñez, con sabor de añoranza y olor a recuerdo.

Recordáis eso de: "Un lápiz quiso volar y pintó mariposas."
Me gustaría tener una mariposa, como antaño, en mis manos.
Di los buenos días así y hemos quedado que lo colgaría aquí para compartirlo con los que leéís.

Lo mismo os trae a la memoria cosas de cuando erais niños...


domingo, 14 de agosto de 2011

Tormenta...


                                      ... Destilé recuerdos y extraje su esencia en deseo para pedirsélo a alguna perseida.
     
Pero...
la lluvia no fue de estrellas.
Perseo me negó su mano y el firmamento se ennubleció
cuajándose de llanto;
ululaba el viento como un tropel de caballos
vaciando nubes y llenando charcos.
Ayer volvió a bordar la tormenta... la noche y la madrugada
con hilos de oscuros miedos y puntadas de frías aguas.
El cielo se vistió de rayos,
de líneas de espejos que cortaban...
y los truenos eran tan agudos
que mi sentido quería huir,
conmigo,
y ser parte de la nada.

¡Tormenta!

Lóbrega dama!
Haces que se reclame
ámparo y alguna palabra
en la guarida de unos brazos
aunque sean, ambas cosas, 
calladas y a distancia.

¡Tormenta!

Recodo de caricia difusa y extrañada
por no ser sentida en la piel, 
sólo en la roncacidad de la garganta.

¡Tormenta!

Por mi ventana cuelas trozos de órbitas,
de nudos de naufragios, de destemplanza
y me acurruco en momentos bebidos
entre suspiros quietos y pálidas moradas
 con la mirada fija en ti
y la memoria... semi-apagada.

¡Tormenta!

Me haces viviendo... morir,
soñando en el espacio del padecer,
y vuelvo a sentirme niña...
sabiéndome mujer.



sábado, 13 de agosto de 2011

Mujer...


Una mujer…

   una mujer es un alarido
y es una brisa suave que viene del mar en una tarde soleada
y es la lluvia, lluvia fresca sobre el rostro
y es agua y río
y muchas veces es tormenta de verano
   una mujer es una fruta en su punto justo
el primer aroma a jazmín con que la noche nos golpea
es un salto a la alegría
a veces al vacío
es un pez entre las manos o un gato ronroneando al oído
   una mujer es luz
diáfano día que por las persianas nos inunda el cuarto
es la magia de los niños: inocencia y ternura
es sabiduría salvaje, todo instinto
   una mujer es un abismo si no la entiendes y no la contienes
y un volcán si se siente comprendida, contenida
es miles de historia atrapadas bajo su piel
es piel
es un secreto bien guardado
el tesoro anhelado escondido allende los mares
    una mujer es una isla exótica que te espera
es fantasía ilimitada
un bálsamo para las heridas
consuelo, cariño y un fusil remontado que te apunta
   una mujer es dios y la muerte
es un murmullo, un susurro al oído que te eriza el alma
una cachetada exacta a la indiferencia
una tentación
es un trago de malbec degustado lentamente
un sabor inimaginable y delicioso
una idea incisiva
es un pensamiento impúdico, cuasi cochino
una mueca en la cara, la que perdura a la sonrisa
es un barrilete que te remonta demasiado alto
un cometa, cometa azul
una galaxia
   una mujer es una asignatura pendiente en el doctorado de la perfección
es una obra de arte
una melodía sublime
¡un cimbrón!
las cosquillas
es un universo al alcance de las manos
es un cuento donde los pájaros hablan y el mundo los tiene que escuchar
   una mujer es un capricho de la naturaleza
un antojo de los dioses
una mirada extensa
un milagro
una pradera enorme por descubrir
es el origen
una pluma que escribe con sangre un poema de amor
   ¡una mujer es: una profunda sensación!…

   ¿qué es una mujer me preguntas, amigo?
no sé, creo que es mucho
si aún no la he podido ni siquiera mencionar...

                                                                 sacanueces




          (así... de tirón)


viernes, 12 de agosto de 2011

Tiempo fallido...



Cada paso de la incertidumbre destruía y erguía
Con ojos faltos de parpadeos contemplaba y no veía.
La ceguera absorbente, anti-inocua,... abatía,
y por querer tenerle algún día cerca... subsistía.

Las crujientes y secas hojas sin otoño le buscaban.
Los rotos y zurcidos atardeceres le esperaban.
Contrayendo, tardíamente, manos y paladar...
los cinco sentidos, menguados, le interpelaban.

El aliento, fatigado, moldeaba el cóncavo secreto
de lo inaccesible en el océano del desencuentro.
Y su rostro ya pálido y acristalado por lo ya no recordado
se dibujaba en la innoble fantasía del holocausto amalgamado.
          Sólo quedaron los espacios de una luna derrotada,
          el pudo y no fue de un afanado sueño no recorrido,
          el instinto de demora de la no espera compensada
          y la cómplice y rosada cicatriz, insaturada,
          que no llegó a tejerse en aquellos húmedos días.



miércoles, 10 de agosto de 2011

Lo que aprendí de ti...


 
No quería dejar de escribir
hoy me ha picado la vena,
el sueño llama a mi puerta,
pero no le pienso abrir.
Las musas vinieron a verme
con hechizos y conjuros,
me hablaron de navidad,
de lo claro y de lo oscuro.




El elixir de inspiración
se acabó de madrugada,
sin él se apagó la luz,
sin él mis letras no andaban.
Escribí de soledad, de recuerdos y aventuras,
aprendí que la amistad no entiende de dictaduras,
y que el amor es a la muerte, lo que nacer a la vida
pues uno eso hace inmortal cuando quiere de verdad.




Letra a letra mi pluma me revelaba
que las musas cantas sueños
y la vida realidades.
Al final lo comprendí.
No era un mito.
La mejor musa es vivir
y contarlo por escrito.

                                                                  Enrique Salvatierra

                    No me puedes limitar a "Una Palabra".

Con sólo "Una Palabra"
y sin que vieras lo que la mirada habla
no sabrías, nunca, lo que sentí 
al saber que lo habías buscado para mí.

                         Una Palabra: -Gracias.- 

domingo, 7 de agosto de 2011

Locura eterna...


A través de mi espejo roto veo tus sombras.
No hay nada.
Sentimientos perdidos aquel verano.
Rabia me sube por el cuerpo.
Corro por los bosques sola.
¡No es justo!
No es justo sentirme así.
No es justo no poder olvidar.
Mi vida será un infierno en tierra.
Lluvia me azota sin helarme.
Grito tu nombre esperando una respuesta.
Grito.
Miro a mi alrededor con la esperanza de verte salir de tu escondite... sonriendo, como siempre.
Pero no ocurre.
Y las sombras vuelven a acecharme.


                                                                             (De memorias de una Vampira)

separadordorado2.gif image by Hechizada_album

sábado, 6 de agosto de 2011

Pronóstico del día...

 
 
 
Ella le espera, él trae helado, cenan juntos como de costumbre, ven un poco de tele, conversan un rato y el sexo se presenta en forma sosegada, tranquila, casi forzada.
 
Luego, cada uno se repliega, él se va al estudio, quiere leer un rato. En realidad la madrugada lo sorprende viendo pornografía, mientras ella es nuevamente presa del insomnio.
 
Dentro de tres o cuatros días se repetirá la historia, esta vez a lo mejor él trae tarta de manzana. Desde hace mucho comparten la cama, pero en realidad no han vuelto a hacer el amor.
 
 
 
                                      Halcón Peregrino.