Ella le espera, él trae helado, cenan juntos como de costumbre, ven un poco de tele, conversan un rato y el sexo se presenta en forma sosegada, tranquila, casi forzada.
Luego, cada uno se repliega, él se va al estudio, quiere leer un rato. En realidad la madrugada lo sorprende viendo pornografía, mientras ella es nuevamente presa del insomnio.
Dentro de tres o cuatros días se repetirá la historia, esta vez a lo mejor él trae tarta de manzana. Desde hace mucho comparten la cama, pero en realidad no han vuelto a hacer el amor.
Halcón Peregrino.