lunes, 27 de junio de 2011

Esto no es un poema...



Esto no es más que un gran pretexto para
…………………………………………………………….poder decir
no me acostumbro a no tener tus manos temblando
…………………………………………………………….entre las mías,
no me acostumbro a mirarte a los ojos a distancia.
Una mirada tuya vale más que una ciudad abierta.
Yo he conocido cómo todos los vientos ardorosos
……………………………………………………………..te cantan.
No me acostumbro a reprimirme la ternura,
a confundir las palabras cuando asientes,
Hoy quiero comprometer todas mis cartas;
es corta la vida:  no quiero lamentar tanto silencio.
No me acostumbro nunca a no llamarte,
a no sentir tu voz,
a ser un rostro más contra la lluvia.
……………………………………..Pero acaso deba acostumbrarme.
Acaso arrastre el próximo verano.
Quizás amor sea una palabra excesiva entre
………………………………………………………………..nosotros
………………………………………………………………..quizá
sea todo sombra callada
para poder a veces
cuando estalle.

                                                 Chely




Como hoy me han dicho que un blog no es para poesía, pues... puse una que dice que no lo es.
Me pregunto, entonces, que en qué tipo de blog se ponen los poemas...
Y que por qué le tendría que hacer caso a un embustero in-bailarín...
Y que si el blog es "raro", pues que........ cómo la dueña; que tenemos algo en común y que no reniego de mí.

De todas formas por cambiar, iba a comentar, por ejemplo... lo de que por fin van a asegurar a las empleadas de hogar pero, después de mucho escribir parecía que me ponía en contra del gobierno o de las leyes y demás organismos (por no haberlo hecho antes, claro) y además puse un testamento con relación  a las Amas de Casa, también. Porque estoy de acuerdo en que lo que hacemos nosotras alguien ha de hacerlo pero cada caso es tan particular... y de puertas para adentro los demás no saben lo que se cuece, y con la picaresca de que te den... ¿quién diría la verdad?
Y cómo vamos a salir de la crisis si hay que inventar arcas para nuevos gastos?
Bueno, que  me he dicho, otra vez, que si en las profundidades en las que andaba no serían incompatibles con el efecto de salir a flote, que en cuestión es de lo que se trata. Si eso... mañana cuelgo el borrador... (me lo pensaré)
Total, para los poquitos que somos...
Seguro que no se entera casi nadie si mando a más de uno a que fría espárragos en la noche de la Misa del Gallo. Y también son pocos los que me pueden mandar a mí al Congo (por cierto, que no me importaría darles el capricho de ir).

Un beso, chavalas y chavales.

miércoles, 22 de junio de 2011

Y no amanece...


Hoy no amaneció,
ni a las 7, ni a las 8, ni a las 12...
Ha sido noche cerrada durante todas las horas.
Se sienta junto a la ventana.

Ningún fulgor se filtra. Lobreguez.
De fondo suena, a intervalos,
el tímido drip-drop
de esa delgada e intensa
lluvia de Abril que no cesa.

Un olor a farigola se desprende
de la vela que alumbra sus manos,
dándole a su desfigurado pulso
el sosiego que su alma precisaría.

La tuvo que encender para escribirle;
para decirle algo que le solazaría:
Ya se encuentra bien, ya no le añora.
Ya no resta cada grano de arena
que cae tras el cristal del reloj.

Murió la espera
y ella... con ella.

Vuelve a desadormecerse un nuevo día.
... Y no amanece.



martes, 21 de junio de 2011

Nada nuevo...




  Amanecía la noche al norte de la Luna.


Él_Ella, Ella_Él.
Llovía.
A él le llovían búsquedas de argumentos fallidos; a ella, a ella... ¿qué?. Quizá le llovían tantos motivos...
A ella le martilleaban las tempranas y fatídicas dudas, a él las agudas y concretas certidumbres de lo anhelado.
Desde distintas, ajenas y distantes orillas comenzaron a nadar en un mismo río.
Río o mar, mar o río... tanto daba.
Desembocaron en una pantalla de cálidas aguas. Eran náufragos de claroscuros abismos.
El sordo y no lejano murmullo de un faro, les reclama. No se percataban.
Sólo las voces de sus ojos, al encontrarse, escuchaban.
- Llueve tórridamente, dijo ella; deja que llueva, contestó él.-
Torpemente se iban el uno al otro acercando.
Sus sombras se encontraron; sus bocas tropezaron y fundiendo alientos sus vientres se buscaron.
Tiempo y razón, sin razón en el tiempo, se despoblaron.
El horario lo marcaban los latidos, las gotas de lluvía los suspiros y en sus cuerpos ardían los alfileres de un pasado frío.
A escondidas del mudo miedo trenzaron cielo e infierno... deshojando sudores y lágrimas entre medrada hojarasca... rebrotaban.
En sus pieles las preguntas, en sus manos las palabras y las respuestas en sus ígneas miradas.
La luna entre envidiosa y cómplice con un manto de fantasía y tormento, sus oscilaciones, arropaba.
Tintaron las olas de nada nuevo ni inéditado, nada que anteriormente no hubiera pasado.
Sin embargo... ni extras ni protagonistas, jamás, los igualaron.
Ella no se sintió infiel, ni lo imaginó... Él no se lo permitió.
El separarse sin ninguna, ni tan siquiera falsa, promesa fue tonada de triste canción.
Ella no quería que el alba cesara; "esto no es perpetuo", él pensó.

Los días marcaron lentitud desde aquella única vez. Ni en río ni en mar se volvieron a ver.
Él de desencuentro se vistió y ella, dejando de maquillar ausencias, de humo se disfrazó...


Ella, durante eternos días a su recuerdo le llevó... queriéndole como nadie y más que a nadie le vivió.
A él tan poco le importó que ni cuenta se dio en qué momento, y para siempre, la perdió.
Por jugar con agua el sueño se ahogó.



Él va buscando en otras fuentes lo que su sed, en aquel momento, le recaló.

Aún así, ella continuó soñando que al sur del deseo, por él, en Noviembre y ya oscureciendo... amanecía el sol.



    


domingo, 19 de junio de 2011

Melancolía...

Me ahogo en los mares de mis dudas,
me pierdo entre los entretejidos silencios.
Mis ojos se descalzan mirando otros ojos
y de puntillas huyen de la osadía del miedo.

Menguo el desaliento para alcanzar a ver más,
análoga es la vista con la verde tristeza.
Jamás se fundió cuerpo, alma y palabra
y el llanto llama, vehemente, a la espera.

No hay respuesta, ni verdad, ni certeza;
tan sólo vislumbro clara lejana ceguera
y entre nubes mi lágrima tiñe de rojo
las últimas nieves de ésta primavera.

viernes, 17 de junio de 2011

Ahora...

No sé qué pasó, qué hice con el otro blog. Por querer cambiar el color desapareció.

Ahora, para abrir éste, me encuentro con que la voz no acude a mis dedos.
Hoy, ahora, es de esas noches en que quisiera que mi sombra estuviera acurrucada a la sombra de otra sombra o confundida con el viento.

Mañana continuaré con su edicción.
Pensaré qué se puede hacer aquí, pero mañana, ahora ...no

Traeré las antiguas entradas que me habéis pedido, pero no... ahora.

¡Buenas noches!