lunes, 12 de diciembre de 2011

Huir...


















De mis ojos a tus ojos hay un océano de dudas.
De tu boca a mi boca va creciendo la distancia.


      Huir... (al mimso lugar.)


Los ojos oceánicos... alambicando oscilaciones.
Las bocas taimadas... aumentando desemejanzas.

El crepúsculo conmina borrasca
entre esos cabos que ya no se aúnan.

Deserto para no tropezar con la desinencia.

Tan perdida como el que busca réplica
en una hoja en blanco...
intercalo pasadizos y disocio trayectos
sin escribirlos ni andarlos.

A mi unicornio se le ha secado la sed;
se le van retardando las hélices.

Miro hacia atrás y los suspiros cortan el aire
aceitunándome los labios.
  
Desbrozo la memoria...
paralizándose el progreso.

Retorno al lugar de donde nunca me fui.

sábado, 10 de diciembre de 2011

El adiós...


"Íbamos a vivir toda la vida juntos.
Íbamos a morir toda la muerte juntos.
Adiós.



No sé si sabes lo que quiere decir adiós.
Adiós quiere decir ya no mirarse nunca,
vivir entre otras gentes,
reírse de otras cosas,
morirse de otras penas."



(Fragmentos de Serenata, de M. Scorza.)

viernes, 9 de diciembre de 2011

Parece domingo...

Parece domingo y es viernes...
 
Recuerdo cuando te despedías el domingo (le odiaba), para mí el verdadero día de fiesta era el viernes porque te volvía a ver y teníamos horas por delante para los dos...
Recuerdo cuando impaciente te esperaba, no el viernes... sino todos los restantes días hasta llegar a él.
Qué eternidad de tiempo desperdiciado sin ti... y después qué efímero se hacía cuando ya estabas conmigo.
Pero ya es... eso; recuerdo sin sabor a domingo.
 
No sé cuando comenzaron a juntárseme los días y a no distinguirlos.
Ni cuando comenzó a ser acostumbramiento y no novedad.
Tampoco sé cuando hizo acto de presencia la rutina.
Ni en qué momento me dejaste de ilusionar.
 
Ya no se oyen los latidos que dibujaban tus pasos al sentirte llegar. Ni te los llevas al marchar.

Se han agotado los murmullos que perfilaban mis labios en los tuyos durante los antes y los después.                         
Se silenciaron los suspiros que escapaban inconscientes, encadenados, en esos días de Abril que no esperaste a que fuera viernes o domingo... para estar junto a mí.
Se secaron las aguas que destilaban tus caricias y me hacían vibrar.
 
Ya mi impulso no le detienes, mis palabras se han quedado sin dueño... no se pronuncian por ti.
Parece domingo y no me importa nada...
 
 
Parece domingo y ya... vuelve a ser viernes.
Pero es que ya... me da igual.
 
No necesito de ti.
 
 

jueves, 8 de diciembre de 2011

No digas no...





















No digas no...
 
Verás algún día en que... :
 
Despersonalizarás tu sencillez.
Sombrearás con un dorado verde tus ojeras.
Enmarañarás en tus indómitos rizos
la madurez plateada de unas sienes.
Te calzarás con sandalias enardecidas por el aire.
Y ...cubrirás tu pálida desnudez 
con el tono tostado de otra piel.
 
No digas no...
 
Porque el viento no conoce de cadenas
y puede calcinar entre metáforas
los plurales
del singular de dos mitades
cuando los corazones
proscriban sus ignotos secretos
y la palabra se quede sin arcén
donde detener su frágil silencio.
 
                                                                  No digas no...
 
 
 

sábado, 3 de diciembre de 2011

Un silbidito...


Cuando se me despierta la Ternura me pongo de ñoña,  ainsss (intenso suspiro)

No os situéis muy cerca de mí, hoy, porque os contagiaréis. (Especifico: de ternura y ñoñería...)

Ah!... Lo que me dijistéis anoche de que el silencio era un parlanchín y decía tanto...
Pues eso, que escucho al silencio pero que no llego a descifrarle, interpretarle o transcribirle... muchas de sus veces.

Pasad buen día y procurad ser felices.

Lo restante os lo digo con el silencio, a ver si os enteráis.

Muás, muás


viernes, 2 de diciembre de 2011

Dar sin esperar...



Siempre me emocionó esta historia.

Dar sin esperar... por el simple hecho de amar.

Ya sé que la mayoría diréis que es cosa de ficción...


¡Feliz fin de semana!

jueves, 1 de diciembre de 2011

Como tú...

... porque cuando me buscas estoy, de buenas o de malas, pero me encuentras
porque si me ladras, ladro... a veces, si me provocas
porque si me zarandeas es porque sueño pesadillas
porque si me llamo soledad tú te bautizas adhesión
porque si lloro, lloras conmigo y nos apartamos las lágrimas
porque si me descalzo... te ríes, y si me descalzan me calzas
porque si no puedo volar... me coses a tus alas
porque si zozobro echas tu ancla hasta que emerjo
porque si mi silencio es desmesurado le seccionas
porque si mi sonrisa es acidulada la desnudas
porque si no tengo pentagrama me vistes de música
porque si mi -o- es elíptica... no me azoras
porque si me faltan letras... las robas para dármelas
porque si no tildo me tachas la holgazanería
porque si vienes me quedo y si te vas... espero

Todo esto... y más... tú... y yo... contigo.

Porque... ser amigo no es un compromiso, ni una obligación.
Es un dar sin esperar sabiendo que recibimos sin pedir.

Es... UN REGALO continuo.

¡Como TÚ!