martes, 29 de mayo de 2012

Misiva...

Ya ves...
 
A la casa ya le pusieron la última viga.
Está... casi, casi terminada,
pintada, amueblada y decorada.
Unos retoques para ser habitada y... lista.
 
En las ventanas unos sencillos visillos
que resguardan de las indiscretas miradas
la intimidad de sus moradores
aunque dejen entrar a los rayos del día.
 
Unos cuadros, de diferentes tamaños, 
en una de las paredes del salón;
en otra, la cómplice chimenea... presta
para acoger a las tardes álgidas y frías;
con leña, un avivador y largas cerillas.

Un piano blanco, chico y vertical,
para solazarse con su tenue melodía
en los momentos que destilen lluvia,
y para que enmele la melancolía.
 
El único dormitorio tiene una yacija con dosel,
mariposas transparentes en las esquinas
un chiffonier con dos marcos: uno para mi foto
el otro, si tú quieres, para la tuya;
y espacio en los rincones para que quepa la fantasía.
 
Los estantes, imitando al roble, repletos de libros
de historia, misterio, arte... poesía.
Una figura de un pescador
y unos cuantos elefantes, en miniatura, 
con las trompas hacia arriba.

Los instantes... vacíos
contiguos a la lejanía
esperando ser invadidos con tu risa,
contigo y tus manías...
dibujando peripecias en cada una de las mías.

Verás...

En el jardín va creciendo una enredadera,
pausadamente, sin prisa...
esperando a ser regada
si tú llegaras algún día.
 
La calle es frente al mar,
el número: bajo la luna.
Situada en la tercera fase
del polígono de la "ex-cordura".
 


Posdata:
El plano fue delineado una noche de vigilia
con el cartabón de los besos contingentes,
la escuadra de las horas proscritas;
con el portagrados de la dilatación
y por una regla... irreflexiba y clandestina.
 
La arquitecta acepta para los jarrones:
rosas, violetas, nardos y lilas.
Ternura para los tabiques;
y la lámpara disparatada de la locura
para los casquillos de las bombillas...

viernes, 25 de mayo de 2012

Medias risas...







Partes verídicos de accidentes donde los conductores trataron de resumir lo más posible la explicación de la causa del siniestro.











  • Volviendo al hogar me metí en la casa que no es, y choqué contra el árbol que tengo.
  • El otro coche chocó con el mío sin previo aviso de sus intenciones.
  • Creía que el cristal de la ventanilla estaba bajado, pero me di cuenta de que estaba subido cuando saqué la cabeza.
  • Choqué contra un camión estacionado que venía en dirección contraria.
  • El camión retrocedió a través de mi parabrisas y le dio a mi mujer en la cara.
  • El peatón chocó contra mi coche y después se metió debajo.
  • El tío estaba por toda la calle y tuve que hacer varias maniobras bruscas antes de atropellarle.
  • Saqué el coche del arcén, miré a mi suegra y me fui directamente al terraplén.
  • Tratando de matar una mosca choqué contra el poste de teléfonos.
  • Había estado todo el día comprando plantas y al volver a casa, cuando llegué al coche, un arbusto surgió de repente oscureciendo mi visión y no pude ver el coche que venia.
  • Llevaba cuarenta años conduciendo cuando me dormí al volante y tuve un accidente.
  • Cuando llegué al cruce apareció de pronto una señal donde nunca había habido una señal de STOP antes, y no pude parar a tiempo.
  • Para evitar colisionar con el parachoques del coche de delante, atropellé un peatón.
  • Un coche invisible que salió de la nada me dio un golpe y desapareció.
  • Le dije al policía que no estaba herido, pero cuando me quité el sombrero descubrí que tenía fractura de cráneo.
  • Estaba convencido de que el viejete no llegaría nunca al otro lado de la calzada cuando le atropellé.
  • El peatón no sabía en que dirección correr, así que le pasé por encima.
  • Vi una cara triste moviéndose lentamente, cuando el señor mayor me rebotó en el lateral de mi coche.
  • La causa indirecta del accidente fue un tipo bajito en un coche pequeño con la boca muy grande.
  • Cuando el coche abandonó la calzada salí despedido; más tarde me encontré en un hoyo unas vacas sueltas.














jueves, 24 de mayo de 2012

Sosiego...

Se marchó de esa manera que tenía tan estudiada:
Despacio, con un aviso callado. 
 
Alguna vez, aún, le recuerda.
Le recuerda con un falso sosiego, como algo que duda que existiera más allá de su rebelde palpitar.
Como algo que dibujó en un relámpago y que duró lo que tarda una tormenta en estallar y amainar.
 
Hoy, que está la mañana tranquila, volvió a pasear por su mente como un pariente lejano que hay que recordar de cuando en cuando.
 
Mañana tendría que llover. (Pero mañana, hoy no).
Un aguacero debería apagar los rescoldos de aquel fuego que la hizo arder de amor cuando creía, equivocadamente, que en algún rato... sólo en algún rato de los que sus veredas se cruzaban, eran dos.
Sólo los dos.
 
En su soledad vuelve a desnudar al viento, a congelar el aire y a pintar silencios.
No está él, pero sigue estando ella. Viva. Y aunque los susurros callen por si por un casual se oyera su voz... canta. Canta bajito, entonando cualquier melodía que le haga eco a la luz que filtra el día.
Y piensa, abismada:
"Fue como un juego dentro de un cuento. Seguiré guardándolo en el códice del recuerdo."
 
Le aparta, todo lo que le es posible, de su descanso mañanero para continuar viviendo el día que amaneció soleado e invita a soñar con algo más real, más cercano y verdadero.
 
Sacó del armario ese vestido que tenía arrinconado por lo estrafalario.
Irá a comprarse unos zapatos y un bolso.
Hoy, como el sol, lucirá de estreno.
 
 
 
 
Amaneció un Jueves precioso. Tú, que siempre me lees... disfrútalo.
 
Muá.
 
 
 

 

viernes, 18 de mayo de 2012

Ay... Amor.


Amor...
Te imaginas que hubieras sido:
 
Alba, y ocaso, y arrullo.
Verdad, y utópico, y posible.
Sedación y suplicio.
Fuente, y sustento, y asilo.
 
Mentor, oyente y autor.
Júbilo, dicha y ternura.
Satélite, doctrina y caricia.
Calma, fármaco y venda.
 
Claridad y ceguera.
Éxtasis y saciedad.
Certeza y azar.
Hipotermia y... llama.
 
Te imaginas que pudiste ser:
 
Profundidad y cumbre
infierno y paraíso
castigo e indulto
puerto, y puente, y mar.
 
Fragmento y totalidad.
 
¿Te imaginas haber estado
envuelto en el deseo de ser 
amado y de ser amante?
¿De saberte querido...
queriendo amar? 
 
¡Ay... amor!
 
¿Te imaginas, amor... amar?
 
 

jueves, 17 de mayo de 2012

Dúctiles ojos...


A través de un resquicio de nitidez se atisba como va ondulando la tarde hacia su ocaso.

Como se desmenuzan sus luces en sencillos tonos indígenas.

Y como la sombra de mis párpados, al vagar, queda bañada por la penumbra.



Se detienen...
volviendo, de nuevo, al poco... a pestañear,
deambulando -sin pies-;
así como en un no saber en qué lugar sedimentarse,
ni lo que han de esperar al osar posarse,
ni lo que tienen para, a cambio de lo que no les dieren, dar.

Vacilante indecisión...
 


¡Ojos fascinados que vivís tan nublados como un cerrado temporal!
Negra belleza, divinidad oscura... de una mirada.
-Tu mirada.-

¿Qué vistéis en ella para que os encadenara
hasta perecer aún sin guarecerse el día...?

Quiebra la bruñida noche... tintándoles en, frágil y dúctil, agua.



¡Bruma... tenaz!

domingo, 6 de mayo de 2012

Yemanyá...

Historia de Yemanyá, diosa yoruba traída a América por las esclavas y esclavos africanos, madre y matriz, Emperatriz del Mar y Señora de la Vida.

Yemanyá era bella, inteligente, esbelta... de senos espléndidos. Tan bella, que el guerrero Okeré fue a pedirla en matrimonio. Ella aceptó casarse, pero puso una condición:
-Tengo senos grandes para amamantar a muchos hijos e hijas. Tú, Okeré, nunca te reirás de mí ni de mis pechos.

Okeré era amable con Yemanyá y la trataba con respeto. Pero un día llegó tarde a casa. Había bebido mucho vino de palma de dendé.

Yemanyá le dijo:
-Te esperaba y no llegaste. En vez de amor, traes alcohol.

Okeré (borracho) le contestó con irónica carcajada: ¡Mujer pechuda, mira las tetas que tienes!

Yemanyá: Ningún hombre se burla de mí, aunque sea mi marido.

Yemanyá escapó de la cabaña. Llevaba consigo una garrafa con agua sagrada, regalo de su madre. Furioso, Okeré ordenó traerla viva o muerta. Al verse cercada, Yemanyá derramó la poción mágica y al punto nació un río caudaloso que guiaba a la diosa hacia el mar.


Para impedir la fuga de su esposa, Okeré se convirtió en una montaña que detuvo la corriente del río.

Yemanyá se dijo: Ningún hombre me detiene, aunque sea un guerrero poderoso

Yemanyá llamó a su hijo Changó, dios de la luz y la justicia... y Changó lanzó un rayo fulminante. La montaña se partió en dos, como un ñame cuando lo corta el machete.

Rota la montaña, el río siguió su curso. Pero sucedió que Changó vio reflejada en las aguas la sensual belleza de su madre y la persiguió para poseerla.

Yemanyá:  Ningún hombre abusa de mí, y menos un hijo mío.

De los senos opulentos de Yemanyá salieron dos fuentes de agua, más copiosas que el mismo río en que la diosa viajaba rumbo al mar.

Así fue como Yemanyá entró en el mar y estableció su reino. La recibieron los caracoles y los peces de mil colores. Y desde sus aguas, la Diosa volvió fecundas a las mujeres de la tierra.




Mucha felicidad a todas las MADRES... extensible a todas las MUJERES (aunque no tengan hijos).


Para mi mami un abrazo mucho más grande de lo que son capaces las palabras de pronunciar.





viernes, 4 de mayo de 2012

Redención...


A través de la libertad que no poseo
me rindo a los ecos de tu noche;
poblando mis labios de míticos sueños,
sembrando tu boca de ardientes brotes.
 
Erizada por el volcán de la oscuridad
e incólume ante la lava de su pasividad,
me embriagué del silencio de tu aliento;
silencio sugerente, aliento mortal.
 
Enterrando mis manos en la deidad de tu pelo
tejiste el destrenzado deseo en mi pecho
desde el esclavo púlpito de la furtiva culpa
hasta la dulce condena del urgente beso.
 
Benévola fue la llama que nos conturbó
redimiendo, ilícitamente, en un después
a la roja ternura con la que me amaste,
a la blanca pasión con la que te amé.
 
 
 
 

jueves, 3 de mayo de 2012

Posada...

Daba vueltas en círculo, con grandes zancadas,
no sabiendo qué quería, ni a quién buscaba.
Ha llamado a mi ventana para pedir asilo,
pretendía la mejor yacija y el mejor vino.
 
Sal por la misma cancela por la que te colaste,
lumbrera oportunista y apagada,
tengo otros huéspedes que son astros
y me aluzan y dan calor... sin pedir nada.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Restaurar...


Se ha oxidado el éter del reborde del martes;
huele a la viciada humedad de lo enceldado.
El tótem que me embrujaba se rompió en pedazos
pero continúo amando a cada uno de sus gajos.
 
Le recompongo, trozo a trozo, en un boceto
y el carboncillo de mi lápiz lo pinta añejo.
Mi vista, embocetada... también,
observa conmovida y perpleja
las líneas de su mirada, de su rictus,
de la marcada ironía en la curbatura de sus cejas.
 
Le doy la vuelta al ropaje del día
extrayéndole el forro y la entretela;
quedando mi rostro cubierto de rugoso lino;
a mi cuerpo, entre misteriosos tules, 
lo envuelven flores silvestres y deseosa seda.
Mis ojos visten de... apasionante belleza.
Y mi sentir... es desnudado de cautelas.
 
 
(Restauré, cosí y descosí...
pero no me siento satisfecha.)
 
                                                                                                                  


Gracias por la imagen, graci.
Un abrazo.

martes, 1 de mayo de 2012

A... veces.

Creo que el "siempre" es algunas veces... "a veces".

O es que, también, puede que los tristes ojos de una gitana hechos canción le susurren, con su alma de luna, estribillos inacabados... al Sol; y que la melancolía del recuerdo se le refleje en las melodías que, haciéndola soñar, un día escuchó... y la nostalgia le asalte al revivir lo que con ellas sintió.


O la hagan retozar entre sus notas cambiándole el día de marrón a rosazulado o inversamente.


 
Puede ser. Sólo puede, a veces... por lo que la luna cae sobre las sombras de las piedras de Madrid, enojada, al no ser vista ni escuchada... tantas veces.