viernes, 30 de mayo de 2014

Amigo...

Muerdo el aire y a nada me sabe.
No percibo olor, ni palpo espina.

No escucho el bramido del viento,
ni el run-run del mar.
Y mi mirada no capta 
los tonos añil del paisaje que,
destellantes,
yacen en el lado tranquilo de la tarde.
Han sido lacrados
mis cinco sentidos,
uno a uno,
candados
de sombras rígidas.

Mas, a solas en el silencio,
con el sexto,
con ese terco sentido,
amigo,
estoy viviendo en tus ojos
... sin salir de los míos.



jueves, 29 de mayo de 2014

Frugalidad...


Casi dormida, al filo del despertar,
ni me encuentro, ni sé quién soy.
Deambulo por rutas atemporales.

Conocimiento despojado
clavando puñales en el pasillo erigido
desde Sagitta a la estrella más ígnea.

La memoria:
vertiente alcohólica en miles de bocas.
La lengua:
nube gris envuelta en sedas lívidas.
La dermis:
al bies; ceniza en el ardor de otra piel.
Los ojos:
diversificados verbos viajando con retroceso.

Sólo son frugalidades desportilladas
en estas mañanas extrañas.
Vientos Contraliseos que escampan
y se detienen cuando me abrazas.

Dejé a la noche intacta
y sin saber 
cuándo el último renglón
escribiré.

No me alejé, pero no sé volver.



miércoles, 28 de mayo de 2014

Círculos...


Qué amplios son los círculos
que con la punta del pie
provocamos.

Círculos concéntricos
que se multiplican
y de su nacimiento
se van alejando.

Tu melancolía
también se expandirá;
perderá la tilde
y se apaciguará.

De ella sólo quedará
cierta nostalgia
a la que
de cuando en cuando,
acudirás,
buscarás su diámetro
y en él...
te mecerás.


martes, 27 de mayo de 2014

Pronóstico...

 

  Caprichos encerados
en el margen de sus letras,
en la sangría de las mías
despeinan las horas.
 
Silencios, en el tic tac,
viven a tientas,
deslizándose sigilosos
por los huesos del reloj.
 
Paréntesis sin contexto
no es antídoto
entre su voz aterida
y el frío de la mía. 
 
Momentos desnudos
... se avecinan.
 

domingo, 25 de mayo de 2014

Champions...



Papi, ya podías coger el ascensor y dejar el cielo un ratito para bajar hasta aquí a darme un abrazo... 
Nos han quitado una copa y además... yo te echo tanto de menos.
Claro, como a ti te gustan más los números impares, habrás dicho... que para qué dos copas, ¿no??
¡Te quiero!









viernes, 23 de mayo de 2014

Fotógrafo...

 
Retratista de imágenes ocultas...
de raíces escondidas bajo flores agostadas;
de rebuscados tonos azules
en los grises colores del plomizo cielo de la lontananza.
 
Al fotografiar esbozas sentimientos en presente
con la quietud de tus manos y el alborozo de tu mente
conjugando los pretéritos perfectos
para dejarlos tatuados en pergamino de cristal,
como si fueran pájaros etéreos,
en pos de las hojas de los álbumes del tiempo.
 
Captas esa esquina asimétrica que fue desconchada por el llanto del viento
y las filigranas de cera de la vela que ardió por la llama callada del recuerdo.
El bramido bronco del silencio en el resplandor de la sombra de la ausencia.
La roja rosa que tiñe ésos ojos, color miel, de nostalgia
congelando su sonrisa durante las punzantes y desiertas noches blancas.
El diluvio de olas que gozosas se mecen en la mar brava
bordando con hilos de espuma la tempestad en la calma.
 
Porque tú, arquitecto de sueños en lunas de nácar,
si las nubes se rasgan recoges su agua
dando posada, en la calidez de tu inherente cámara,
a sus suspiros, a su lamento... a sus lágrimas.
 
 

jueves, 22 de mayo de 2014

Vuelven...


Casi todo vuelve...



Vuelve la lluvia, 
vuelve la moda,
los verdaderos amigos,
las canciones entrañables.
Los desengaños
y algunos amores
vuelven.

Con gotas adhesivas
se han maquillado los cristales;
como mis pupilas,
escarcha derretida,
como en pleno Invierno,
o como en Noviembre.


Abro la ventana y observo
que, en mitad de la Primavera...
el Otoño también volvió:
a los tejados,
al corazón,
al surco de la mirada...
al color de sus paredes.

Hoy
vuelven a volar hojas extraviadas,
y hasta el aire
vuela
a contracorriente.


Otoño en Primavera
es un festival 
que siempre vuelve.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Palabra...


Hay veces
en que el sueño me apresa
y el alba me devuelve
convertida en niebla:
mitad transparente,
mitad grisácea.
Toda agua oceánica
en marejada.
  
Otras veces 
el amanecer me sorprende
como bruma, blanca, estancada:
fantasma quieto
que no le impresiona a nada.

Y las más, 
las veces más contadas,
son aquellas 
en que la noche se pasa,
se pasa el amanecer,
y también el alba se pasa,
derramando letras
desde mi ombligo 
hasta mi lengua callada.

Toda yo... palabra.
Palabra amordazada
desbordando al silencio
en la sombra de la madrugada.

Entonces se me antoja 
tu boca, 
satélite rojo, 
atrapándola.
Siendo tú
el único cuenco
capaz de contenerla, 
capaz
de darle morada...
aguardando, 
al ser cautiva,
se transforme
de muerta y prohibida
a vivida y pronunciada.



martes, 13 de mayo de 2014

Insomnio...

 
Ha caminado la noche de puntillas
poblando mi sueño de recuerdos,
pisando la inquietud de mis venas,
destejiendo los olvidos de mis pasos.
 
Su piel ya difuminada y confusa
regresó reclamándome su espacio
desclavando, de nuevo, los suspiros
que dormitaban inertes en mis labios.
 
La sombra de su presencia
palpó la sequedad en que habitaba
enronqueciendo las notas de la voz,
hiriendo con cristales mi garganta.
 
Y el eco de su mirada en el desvelo
resonó entre mis despiertos ojos cerrados
guiando deseoso a mi insomnito cuerpo
hasta el hueco imaginado de sus brazos.

martes, 6 de mayo de 2014

Misterio...

Un sueño sin faroles y una humedad de olvidos,
pisados por un nombre y una sombra.
No sé si por un nombre o muchos nombres,
si por una sombra o muchas sombras.

Reveládmelo.

Sé que habitan los pozos frías voces,
que son de un solo cuerpo o muchos cuerpos,
de un alma sola o muchas almas.
No sé.

Decídmelo.

Que un caballo sin nadie va estampando
a su amazona antigua por los muros.
Que en las almenas grita, muerto, alguien
que yo toqué dormido en un espejo,
que yo, mudo, le dije...
No sé.

Explicádmelo.

            El ángel del Misterio.
            Rafael Alberti.




domingo, 4 de mayo de 2014

Cigüeña...

 
 
Origen del mito de la cigüeñas:
 
 
El origen se encuentra en el carácter del la propia cigüeñas: Al parecer fue elegido porque es un animal que cuida a sus crías con más empeño y dedicación de lo habitual. Es un ave que prepara el nido desde mucho tiempo antes de nacer sus polluelos, y después los cuida y protege con gran esmero. Además son monógamos, y después de emigrar siempre regresan al mismo nido. También influye que es blanco, color que representa la pureza.
 
Es difícil saber dónde tuvo su origen el mito del transporte aéreo de los bebés humanos. Los antiguos egipcios consideraban que la cigüeña representaba el alma, mientras que los griegos y los romanos, la veían como un pájaro modelo de devoción paterna y la consideraron protector de los partos y de los recién nacidos.
 
Una antigua leyenda china decía que las cigüeñas llevaban al cielo las almas de los fallecidos, lo cual sería un antecedente de la fábula de los bebés, ya que en ambos casos las cigüeñas transportaban seres humanos entre el cielo y la tierra, tanto en el origen como en el final de la vida. Los pueblos germánicos consideraban a la cigüeña como animal sagrado, ya que pensaban que era un ave enviada por los dioses.
 
En el siglo XIX, es el escritor de cuentos infantiles Hans Christian Andersen recogió la leyenda de la cigüeña transportando bebés, y popularizó la idea en toda Europa, que más tarde se extendió al resto del mundo.
 
Andersen escribió un cuento titulado Las Cigüeñas, en donde las cigüeñas encontraba bebés en cuevas y en pantanos, y se responsabilizaban de buscarles padres y llevarlos hasta ellos. Para avisar a la cigüeña de que un hogar deseaba un bebé, tenían que colocar dulces para la cigüeña en el alfeizar de la ventana de ese hogar.
 
¡FELICIDADES, MAMÁS!
 
 
 

sábado, 3 de mayo de 2014

Amiga...

















Casi perfecta,
amiga,
así me has dibujado.
Como depositando mis huellas
en el aire
y el olor de mi perfume
las esquinas,
de cumbres y acantilados,
bañando.

Mas también has sabido
delinear mi zozobra,
aunque de ella
nunca te haya hablado.
Ésa que, a veces,
me bambolea...
cuando la evocación,
archivada en el corazón,
acecha...
acercándome a él,
más allá
de lo que lo harían
mis presurosos
y tambaleantes
pasos.

A él...
labrador de recelos
y porfías;
de sombras, albores
y anhelos desbaratados.

Anhelos
que no llegué a saber si existían,
si los añoraba o soñaba
o si los tenía olvidados.
Olvidados...
y, no sé para qué,
hallados.

Él. El que me sorprende
pegándose a mi talle,
royendo la lucidez,
viviendo de intangencias
abotonadas a mis manos.

Y esa tristeza antigua
que siempre a mis ojos asoma,
que sólo casi ningunos ven,
que sólo unos pocos notan,
y que sólo su alma roza...
se vuelve
dulce licor acerbo
destilado de hiel
provocado en lluvia
y no, propiamente, del cielo
arrojado.

Shhh!
Tranquila.
Amiga.
No me digas nada.
Vuelvo a mi piel.
Retorno al marco.

                Otra vez soy retrato.

*Puedes seguir observándome y cuidándome, y... desde tu ventana continuar siguiéndome los pasos.

**Me obligué a escribir y compartir lo que en estos Instantes me rondaba... por complacer a esa querida amiga que, sin olvidarme de ella, no recordé y se me pasó el día de su cumpleaños.

Felicidades... (un par de días después)


viernes, 2 de mayo de 2014

Revuelta...


Revuelta con el viento
mi alma has arrastrado
hasta la orilla de tu alma.
Mas mi cabeza
anclada a ese cuerpo
se revela contra la distancia
y poseída asedia tu aislamiento.
Te busca fieramente en tus palabras
con los ojos heridos
en medio de un incendio.

                                           (Clara Janés)