viernes, 25 de mayo de 2012

Medias risas...







Partes verídicos de accidentes donde los conductores trataron de resumir lo más posible la explicación de la causa del siniestro.











  • Volviendo al hogar me metí en la casa que no es, y choqué contra el árbol que tengo.
  • El otro coche chocó con el mío sin previo aviso de sus intenciones.
  • Creía que el cristal de la ventanilla estaba bajado, pero me di cuenta de que estaba subido cuando saqué la cabeza.
  • Choqué contra un camión estacionado que venía en dirección contraria.
  • El camión retrocedió a través de mi parabrisas y le dio a mi mujer en la cara.
  • El peatón chocó contra mi coche y después se metió debajo.
  • El tío estaba por toda la calle y tuve que hacer varias maniobras bruscas antes de atropellarle.
  • Saqué el coche del arcén, miré a mi suegra y me fui directamente al terraplén.
  • Tratando de matar una mosca choqué contra el poste de teléfonos.
  • Había estado todo el día comprando plantas y al volver a casa, cuando llegué al coche, un arbusto surgió de repente oscureciendo mi visión y no pude ver el coche que venia.
  • Llevaba cuarenta años conduciendo cuando me dormí al volante y tuve un accidente.
  • Cuando llegué al cruce apareció de pronto una señal donde nunca había habido una señal de STOP antes, y no pude parar a tiempo.
  • Para evitar colisionar con el parachoques del coche de delante, atropellé un peatón.
  • Un coche invisible que salió de la nada me dio un golpe y desapareció.
  • Le dije al policía que no estaba herido, pero cuando me quité el sombrero descubrí que tenía fractura de cráneo.
  • Estaba convencido de que el viejete no llegaría nunca al otro lado de la calzada cuando le atropellé.
  • El peatón no sabía en que dirección correr, así que le pasé por encima.
  • Vi una cara triste moviéndose lentamente, cuando el señor mayor me rebotó en el lateral de mi coche.
  • La causa indirecta del accidente fue un tipo bajito en un coche pequeño con la boca muy grande.
  • Cuando el coche abandonó la calzada salí despedido; más tarde me encontré en un hoyo unas vacas sueltas.