miércoles, 31 de agosto de 2011

Pesadilla...


Todo lo engulle la lejanía.
 
Escarbo en la tierra un instante sin germinar;
brotan apagones,
cables enredados fuera de sus arterias.
Inviernos en blanco,
agua ahogada,
esquejes sin florecer.
 
El sueño que me araña
es tan alegórico
que se ve ahorcado
en las ramas del árbol
donde crece la pesadilla.
 
 Los brazos son garras,
 los labios... buitres,
las manos... alimañas.
 
Todo lo engulle la lejanía.
 
 Escapé del castillo...
no era de arena.
 
No hay en el camino
ni luciérnagas ni estrellas.
 
Mis alas de frágil cristal
se han convertido en escarcha.
Pesan.
 
Me enredan matorrales y zarzas...
El alba es un tunel en llamas,
la luna una mueca rota
envuelta en pena negra.
 
Todo lo engulle la lejanía.
 
Te busco en mi sueño.
Te llamo:
Ven. Acércte a mí.
No te vayas.
 
Redímeme.
 
Aniquila el espacio,
drestruye la distancia. 
Llévame a tu mundo
y quiéreme en él.
 
¡Despiértame!
 
 


Os he asustado...?
Pues poneros gafas de colores o de tres dimensiones que os acerca a lo irreal de lo real, pero... no se puede tocar.
 
Feliz día.
Muás.