Bañada en melancolía... rezuma la tarde.
Llora el cielo sombrío nublando el estanque,
adulando al silencio de los verdes árboles.
El bosque suspira tierra mojada y hambre
y en cumbres pequeñas... se acuna mi tarde.
Húmeda de lágrimas, hambrienta de mutaciones.
Pensándote, oyéndote, amándote, añorándote...
Oxigenándome de tu recuerdo: Soñándote,
Oxigenándome de tu recuerdo: Soñándote,
... transcurro en la endeble comba del falto aire.
Me escondo tras la sencillez de la sombra
de una gota que ilumina los ramajes;
entre marañas de agua que almidonan
corrientes de linfa errantes y orbiculares.
Acomodo esta zozobra, en mí, traslúcida
que no tras el resguardo de cristales;
sí... en la cornisa de la cortina de agua
que pizca a pizca nombra tu nombre.
Ausencia... A mi costado le duele tu marcha.
Fuego. Brizna de paja oscura y seca.
Sedente para no rendirme sin tu roce.
Rociada en melancolía... respiro la tarde.