sábado, 4 de agosto de 2012

Tanto...

Se me enredaron las letras con los números; tan femeninas ellas, tan neutros ellos...
y se me enredan los sueños con el escarmiento; tantos participios, tanto gerundio.
Tanto. Tanto enredo no me permite escribir.
Huyó la musa de mi piel y las palabras huyeron de mi voz... exudando silencio.
Se tomaron unas vacaciones -transitorias-, imagino.
Volverán. Volverán candeciosas como una melodía, estoy segura... cuando puedan, otra vez, robarle luceros al cielo para esconderlos en los arietes de la luna y retocen, de nuevo, en las olas del mar bajo la luz de algún faro que alumbre a cualquier crepúsculo olvidado... en la penumbra de alguna playa en alguna media noche.
Lo espero, al menos.
Se me hace necesario ése olor temprano y ése sabor a sal que tiene el espíritu del agua para poder continuar.
(Espero tanto de este inciso no programado...)