Hay letras que llegan en su justo momento. Algunas llegan tarde, otras ni llegan...
Hay letras que rompen esquinas, que se pelean con el viento para abrazarnos; otras... hacen daño por su inexistencia.
Hay letras que rompen esquinas, que se pelean con el viento para abrazarnos; otras... hacen daño por su inexistencia.
Pero, cuando no me encuentro y mis pasos se dirigen bajo la lluvia a un punto desconocido e indeterminado... dejo que mis dedos troten por todos los signos del abecedario; crean un círculo y allí me refugio y resguardo hasta que la tormenta ha escampado.