lunes, 12 de septiembre de 2011

Amor virtual...

Una tarde cualquiera. Seres anónimos flotando en un espacio infinito. Almas vagando a la búsqueda de un encuentro, de un tenerse, de un te escucho, de un te quiero. Lluvia que lastima aún más. Hielo de angustia por fuera y por dentro. Corazones heridos, necesitados, sedientos, hambrientos del otro. Soledades. Nostalgias. Recuerdos. ¿Cómo estás?  Con frío. También yo. No hizo falta más.  Supe que ibas a ser mía, y yo tuyo. No vi tu rostro, lo imaginé. No vi tu cuerpo. No hacía falta. Te sentí y me sentiste. Te amé y me amaste. Y las letras comenzaron a danzar una música imaginaria, y nosotros moviéndonos a su compás. Y se entrelazaron, se apretaron y fundieron en una única palabra. Luego volvimos al silencio. Guardamos en un arcón esas ya cansadas letras. Fuimos felices.
Hasta el próximo encuentro…

Daniel Najnsztejn