Como golondrina de azabache
he renacido esta mañana.
Detenida en la acrobacia
por el averno de la nada.
Detenida al despertar
por la resaca y el hambre...
Hambre de tiempo,
resaca de palabras.
Miro hacia atrás
y la aquiescencia se me sesga.
Mi voluntad ha sido incrustada;
me impide continuar... quedó varada.
Siento que soy un aquí sin allá.
Un ardiente motivo sin causa.
Un alijo de proyectos...
truncados,
muriendo entre espinas
recordando el recuerdo
y olvidando lo olvidado.
Detenida
se me rompe la voz
mintiéndome al decir
se me rompe la voz
mintiéndome al decir
que me miento
y no traspasando la luz...
el secreto de mi verso.