viernes, 11 de noviembre de 2011

Frío...



Frío llaman al estanque congelado
a la nieve en los tejados.
A escurrirte en las aceras
cuando en la noche ha helado.

Frío llamo yo a desvencijarse el ego
en las hélices del tiempo
cuando el sueño se vuelve nómada
y no regresa a su seno.



Frío digo yo al alejamiento
que pinta lágrimas endecasílabas
fluyendo como sangre en arteria
quebrándoseles las aristas.

Frío es la gesta de soledades
que multiplican las penumbras
tejiendo humo con esperas
en las turbulentas sombras etílicas.

Frío es notar la piel desvestida
por muchas lumbres que quieran ungirla
porque el calor que la guarecería
deslizándose se va... por las bipolares rendijas.
 
  
                                 Se ha deshojado el árbol que alcanzaba a rozar mi vista.
                                 La calidez de la mañana ya no aflora al aclarar el cielo.
                                 El aire danza sibilante a la vuelta de las esquinas.
                                 Brota otoño...

                                 Tengo... frío.