Frente a la lejanía del tiempo
que tan cerca tienes...
Entre el olvido y el recuerdo,
vagas, hollando,
en la espesura de las sombras
al subir la marea
y tus pisadas se borran.
Duermes en el atardecido regazo
de un anhelo hipotético,
perdida
entre el grito y el silencio
sabiéndolo todo
cuando nada sabes
y todo te parece incierto.
Columpiándote en las telarañas
de interrogantes prohibidos
y rotos sueños...
Alma porfiada,
no permites
que la claridad te traspase
aún faltándote el aire.