Vive esperando que un extraño se acerque y la dibuje un susurro que la haga volar; volar tan alto como su imaginación, que de tan arriba que la lleva, aparece el vértigo a equivocarse de destino. Y deja todo aquello que algún día soñó por el miedo a equivocarse, entonces, impaciente se apresura a saber el final de los libros que devora día tras día, esperando encontrar un final perfecto que encaje con su vida.
Pero los finales perfectos nunca llegan, y los extraños vestidos [de príncipes] de color azul destiñen. Por lo tanto, su única solución será fijar la vista en el astro rey para quedarse ciega por unos segundos y así valorar más la REALIDAD que la rodea.
Eva Vallejo.