Para ti convertí mi dama de otoño en dama de primavera.
Muchos besos. Para ti el poema, ahora es tuyo.
Victoria.
De mil colores vivos
y sueños rezagados.
Nadie sabrá por ti
cómo nace el amor,
cómo vive el recuerdo.
Escondes la mirada
cuando el día oscurece
y se palpa en tus manos
el sabor de la ausencia.
Sonríes cuando hablas
y callas cuando lloras
y tus manos se llenan
de ruegos y promesas.
Sobre un sol amarillo,
nubes que abren sus alas
al silencio del mundo.
Sola,
sola contigo y su presencia.
Música de medianoche
en el mullido regazo
de tu pecho.
Con cariño: Victoria.
Te pregunté si habías tratado de describirme... y me contestaste que "totalmente".
Mío le hice y mío le siento.
Mil gracias en mil besos por tan bello y entrañable regalo, amiga.
Con cariño, también: María.