Espectrales y subliminales palabras cabalgan sobre la sombra de los sueños... seccionando el poder de las alas al hundirse la noche.
El humo de mi fuego se disipa en el viento y no llegan sus señales a donde anida mi pensamiento.
Tan inusitada es la contigüidad... que la distancia se amamanta de un perecedero horizonte imperfecto .
En mi inconsciencia toqué fondo, pero ya lúcida abandono la negra bóveda en la que se evoca la herejía...
Erijo mi deambular hacia otros ojos.
Nadie merece que la pureza de mi lágrima emane delirante y eterna.