martes, 17 de abril de 2012

Hogaño...


Se pasaron aquellos días
en que, apoyada en mi ventana,
buscaba tus signos
entre la gente que pasaba.

Pasaron aquellos días
en los que le ponía tu nombre al viento
para que se posara en mis labios
por si traía a los tuyos presos.

Pasaron aquellos días
en que desde que despuntaban
llegabas en infinidad de motivos
repleto de... nada.

Pasaron aquellos días
en los que el dulce calvario de la espera
tejía carencia con melancolía
y lágrimas con salmuera.



Siguen pasando los días
y aunque ya no son como aquellos
sigo apoyándome en mi venta
viendo horizontes nuevos...

Hoy, sigo viendo pasar a la gente
tras los cristales borrosos
y me siguen llegando motivos 
en vientos eriales y rotos.