martes, 3 de junio de 2014

Dolía...

Hoy paseé por jardines,
semejantes a laderas,
plagados de maleza y cardos.

Los corazones de mis pasos
sangraban secretos
humedeciendo la soledad.

Desabrigadas las huellas
tiritaban
al tatuar el sendero.

Pero... en el ocaso llegas.
Llegas como siempre,
como quien no se despidió.

Y ya...
ya se me comienza a tapizar la carne,
al conjugárseme la piel,
en el trasnochar de tus manos.

                                            Dolía...
dolía el vagar sin ti
con el quizá
de no sentirte más.